La decoración de un salón no es solo una cuestión estética, sino también de funcionalidad. Un diseño bien pensado puede potenciar la amplitud, mejorar la distribución y conseguir un equilibrio entre los elementos. Sin embargo, cuando el espacio tiene una planta cuadrada, el desafío se intensifica. Es frecuente encontrar salones mal resueltos, con muebles desproporcionados y zonas sin aprovechar.
Para encontrar la solución perfecta, hemos hablado con las arquitectas Rebeca Campo y Sandra Rodríguez, del estudio R de Room. Con más de una década de experiencia en proyectos de interiorismo y arquitectura, sus claves nos ayudarán a convertir cualquier salón cuadrado en un espacio bien aprovechado, equilibrado y lleno de estilo.
Trabajar las diagonales: el secreto de un buen diseño

Foto: R de Room
Los salones cuadrados presentan un reto estructural: "Los salones tienen habitualmente dos áreas de uso: comedor y zona de estar. Ambas tienden a organizarse en un cuadrado. La suma de estos dos cuadrados es un rectángulo, por eso funciona mejor una proporción alargada. Cuando los salones son cuadrados, hay que trabajar las diagonales", explican desde R de Room.
Pero, ¿cómo se consigue esto? La clave está en la colocación de los muebles y la circulación del espacio. En lugar de seguir una distribución lineal, es recomendable crear flujos diagonales que guíen la vista y el movimiento, generando así una sensación de mayor dinamismo y profundidad. Una alfombra dispuesta en diagonal o una lámpara colgante en un punto estratégico pueden contribuir a esta percepción.

Foto: FOTO: VICUGO STUDIO INTERIORISMO: WOOD STUDIO
Equilibrio entre llenos y vacíos
Uno de los errores más comunes en los salones cuadrados es la falta de equilibrio visual. "Los espacios muertos sin cualificar, la desproporción de los muebles y la falta de equilibrio entre espacio lleno y vacío" son, según las arquitectas, los principales problemas a evitar.
Para conseguir una distribución armónica, es fundamental seleccionar muebles proporcionados y evitar la saturación del espacio. En un salón cuadrado, un sofá esquinero puede ser una gran solución para aprovechar el espacio sin bloquear la circulación. Del mismo modo, apostar por muebles ligeros y con patas visibles ayuda a crear una sensación de mayor amplitud.

Foto: Nini Cortadellas @lamira.tv
La iluminación también juega un papel esencial. Un buen diseño lumínico con diferentes puntos de luz (lámparas de pie, de sobremesa y apliques de pared) contribuye a definir los distintos ambientes sin necesidad de sobrecargar el espacio con elementos decorativos innecesarios.
Soluciones para salones con recovecos

Foto: Foto: Amador Toril Interiorismo: Raquel González Interiorismo Estilismo: Cristina Rodríguez Goitia
A veces, el problema no es solo la forma del salón, sino los elementos estructurales que interrumpen la continuidad del espacio. "Lo que más perjudica a la estética desde el punto de vista formal es que el salón esté lleno de recovecos como recrecidos de pilares, mochetas de instalaciones, vigas descolgadas, o techos a diferentes alturas". Para disimular estos elementos, las arquitectas recomiendan jugar con la integración. Un mueble a medida que oculte un pilar o una solución de pintura que unifique las diferencias de altura en el techo pueden marcar la diferencia. La clave está en convertir los problemas en oportunidades de diseño.
Así pues, un salón cuadrado puede convertirse en un espacio elegante y funcional si se aborda con la estrategia adecuada. Trabajar las diagonales, equilibrar los volúmenes y encontrar soluciones para los elementos estructurales son claves esenciales para lograr un diseño armonioso. Siguiendo las recomendaciones de Rebeca Campo y Sandra Rodríguez, transformarás tu salón en un ambiente acogedor, estiloso y perfectamente equilibrado.